Márquez viaja a Misano para subirse a su MotoGP

«Sería un problema que Marc no estuviese en el test de Misano». Con estas palabras el jefe de equipo del Repsol Honda, Alberto Puig, explicaba la importancia que tendría la ausencia del piloto de Cervera en las dos jornadas de entrenamientos poscarrera que se celebrarán la próxima semana: el 6 y 7 de septiembre. Y es que es en la pista italiana donde las fábricas echan a rodar, por primera vez, los prototipos de la próxima temporada. Honda vive una profunda crisis de resultados, última en el campeonato de constructores y sin haber logrado todavía la victoria en 2022. En estos dos años de idas y venidas de Márquez por culpa de su lesión en el brazo, nadie ha sido capaz de domar una moto crítica. En Honda están obligados a partir desde cero y el faro que guía el proyecto no es otro que Marc Márquez. Por eso le necesitan más que nunca en pista.

Desde que la semana pasada recibiera luz verde para subirse a una moto, el piloto catalán ha completado dos sesiones de entrenamientos con una Honda de calle en el circuito de MotorLand Aragón. Necesitaba comprobar su estado físico sobre una moto y las sensaciones que ha tenido en su brazo derecho han sido muy positivas. Tanto, que le han animado a tomar un vuelo este mismo viernes para presentarse en Misano por la noche con la intención de participar en el test. Y decimos, «con la intención», porque antes de subirse a su MotoGP, más de tres meses después, deberá pasar un completo chequeo en el circuito para recibir el ‘apto’ médico.

De momento, solo está previsto que participe en esas dos jornadas de test en Misano. Todavía no hay fecha oficial para su vuelta oficial a la competición, pero si la semana que viene se siente cómodo sobre su MotoGP, quizás podría estar en el próximo Gran Premio de Aragón del 16 al 18 de septiembre.