Sánchez pide a la nueva Ejecutiva del PSOE buscar nuevos debates «sociales» para restar el «foco político» de la amnistía
Una vez ‘digerida’ la amnistía -defendida e incluida, incluso, en el ideario del partido y ya en tramitación en el Congreso de los Diputados-, Pedro Sánchez quiere cambiar el «foco político» y que la formación socialista que dirige se centre en la buena marcha de la economía y el empleo y en nuevos «debates sociales» que surjan a través de la escucha a la sociedad civil. Así se lo trasladó este lunes a su Ejecutiva Federal, que estrenó nuevas caras con la incorporación de ministros e, incluso, portavocía, un puesto al que ha sido aupada la diputada castellanoleonesa Esther Peña.
Según explican fuentes de la dirección, el secretario general de los socialistas y presidente del Gobierno hizo hincapié en la necesidad de que el «eje vertebral» del discurso de los miembros del partido sean los «derechos, el empleo y la convivencia». Es ahí donde les pide articular el debate de la amnistía, que todavía arrecia por el descuelgue de Junts y ERC en lo referido a las enmiendas. La medida de gracia se debatirá este martes en la Comisión de Justicia del Congreso y las formaciones independentistas quieren que se incluya en la misma a los condenados en firme por terrorismo, una línea roja para el PSOE que, no obstante, guarda sus cartas sin soliviantar a sus socios y defiende sus propias enmiendas «técnicas».
Sánchez también pidió a los suyos retomar el contacto con la sociedad civil y los diferentes colectivos para incorporar «debates y discursos nuevos» con los que restar «foco político» a la amnistía a los implicados por el ‘procés’ independentista catalán. «Que cada uno en su área escuche las demandas de los colectivos a los que representa«, apunta uno de los miembros de la dirección en referencia a las peticiones del presidente.
No obstante, la amnistía todavía colea. De hecho, ayer tuvo que responder por ella la nueva portavoz del PSOE, Esther Peña, quien defendió que el texto presentado en solitario por los socialistas -pero que prevé contar con el apoyo de 178 diputados en el Congreso- es «impecable jurídicamente y plenamente constitucional». También la normalización que los socialistas llevan meses tratando de impregnar a sus negociaciones con los de Puigdemont, que son continuas desde que sus siete diputados son imprescindibles para la estabilidad del Gobierno de coalición.
«Hemos hablado mucho, llevamos tiempo haciéndolo», defendió la también diputada, que aseguró que «la democracia es más completa si incorporamos a aquellos actores que tuvieron que salir por una circunstancia o por otra», en referencia a los fugados en 2017 tras declarar la Declaración Unilateral de Independencia y aplicar el Gobierno de Mariano Rajoy el artículo 155 de la Constitución Española -algo que fue apoyado por los socialistas-. Peña añadió que «siempre hay una oportunidad de volver a empezar». «Parece muy romántico, pero significa mejorar la vida de los catalanes y destensar la situación» en el resto del país, apuntó.
Una Ejecutiva «muy entusiasta»
Peña fue una de las personas que ayer estrenaron cargo, pero no la única. Los puestos más relevantes continúan sin cambios, con Cristina Narbona como presidenta, María Jesús Montero como vicesecretaria general o Santos Cerdán como secretario de Organización. En el intento de que la coordinación entre el PSOE y Moncloa sea máxima, el número de ministros incluidos en la Ejecutiva ha subido a nueve tras la entrada de Ana Redondo, titular de Igualdad; Óscar Puente, de Transportes; Elma Saiz, de Inclusión; o Jordi Hereu, de Industria.
Los cambios se ratificaron en el Comité Federal que puso fin a la convención política que el PSOE celebró en A Coruña el fin de semana. Es por eso que las fuentes consultadas explican que fue una reunión «muy entusiasta». «Se vivió como un mini congreso en el que muchos no sabían qué iba a pasar», apuntan las fuentes consultadas.